Acacias amarillas

Acacia amarillas

El acacia amarilla, también conocido científicamente como Acacia retinodes, es una especie de árbol nativo de América del Sur. Con su distintiva floración amarilla brillante y su tronco de corteza lisa, la acacia amarilla es una hermosa adición a cualquier paisaje. Aprende más sobre las características y el cuidado de este impresionante árbol en este artículo. 

Descripción

Este árbol mide entre  de altura, 6 a 7 metros tiene ramas cortas estriadas, una copa globosa, su corteza  es de color gris y rugosa así como un tronco corto que a menudo es ramificado desde la base.

Sus hojas son Bipinnati-compuestas o paripinnadas que normalmente miden entre 6-14 cm de largo, son articuladas y espinosas en el raquis. Son de textura coriácea, de color verde oscuro con glabros en el haz, con puntitos amarillos y a veces algo puberulentos por el envés, donde la nerviación es más evidente.

Este árbol tiene flores en racimos espiciformes terminales, densos, entre 8-20 cm de longitud, finamente pubescentes; las flores son bisexuales.

CULTURA Y SIMBOLISMO

En la antigüedad, la acacia era considerada un símbolo del sol, quizás por sus hojas, que se abren a la luz del sol al amanecer, o por sus flores, que recuerdan la imagen del sol. Un árbol sagrado para los egipcios y adoptado. Para los judíos, la acacia era la materia prima de muchos objetos sagrados en la antigüedad. Algunos cristianos creen que la cruz de Jesucristo fue hecha de madera de acacia. La acacia, su delicadeza y fragancia, simboliza la pureza, la inmortalidad del alma y la resurrección. Sus fragantes flores nos lo recuerdan. regaliz Sus semillas, tan fragantes como las flores, se utilizan para aromatizar el ambiente.

CUIDADOS

La acacia amarilla prospera en áreas con más sol y puede crecer en ambientes moderadamente soleados. Originaria de hábitats soleados, asegúrese de que reciba mucho sol para un crecimiento exuberante y flores abundantes.

Las condiciones de crecimiento del Acacias amarillo son ideales para temperaturas de 0 a 40 °C (32 a 104 °F). Sin embargo, cuando crecen, prefieren una temperatura promedio de 32 a 90 °C (0 a 32 °F). En invierno, se recomienda fijar la temperatura entre 10 y 15 °C (-9 a -12 °C) para hidratar y proteger las plantas de los daños de las heladas.